Biografía Aulagnier Piera (1923-1990): La Violencia de la Interpretación

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En 1975, su primer libro, La violencia de la interpretación, marca el comienzo de la tercera etapa. Muestra en sentido pleno la imbricación teórico-clínica a la vez que propone las bases para una nueva concepción metapsicológica, a partir, fundamentalmente, del estudio sobre la psicosis. Su obra propone una nueva visión psicoanalítica de la madre con el recién nacido,una nueva metapsicología de la representación, a la vez que abre con su novedosa propuesta sobre el yo el trabajo de auto-historización y su relación con los otros, otra manera de pensar la cuestión del sujeto muy cercana al pensamiento de Freud de sus últimos escritos.Problemáticas fundamentales. Su obra teórico-clínica la ubica entre los pensadores que harán historia en el psicoanálisis contemporáneo. Reformula algunos conceptos fundamentales en resonancia con los desarrollos actuales de la ciencia, de la historia y de la cultura. Intenta una teoría sobre la ontogénesis psíquica sin encerrarse en una propuesta témporo-espacial lineal.La historia de un sujeto no está sobredeterminada desde el inicio ni puede ser totalmente anticipada, lo cual desestimará el valor del azar. Tras la conciencia reviven las trazas de lo visto, lo oído y lo vivenciado sexualmente en la prehistoria [del yo] que en su articulación con los aconteceres del presente se actualizan en recuerdos, fragmentos de recuerdos, en sueños,en «fantasías», en una «psiconeurosis». Su propuesta sobre la subjetividad evoca nuevas ideas que las ciencias de la complejidad proponen para la inteligibilidad de las formas vivas.»

Cualquier objeto real divide al mundo en dos partes: él mismo y el resto del mundo. Ambas Porciones universales pueden influirse mutuamente a través de una superficie común real o imaginaria: la frontera. Cambios en uno inducen cambios en el otro. Algunos objetos de este mundo, muy pocos, exhiben una rarísima propiedad: tienden a independizarse de la incertidumbre de su entorno». Hablar del sujeto en psicoanálisis es hablar de la psiquis como»pluralidad de personas psíquicas». El sujeto no puede plantearse sin relación con esta instancia fundada sobre el lenguaje organizado e inseparable de su relación con otro que es el yo. Al mismo tiempo es el sujeto lo que subvierte la pretensión del yo de unicidad respecto a la totalidad de la psique y del pensamiento, lugar que igualmente intenta defender contra viento y marea. Protagonista de una historia, el sujeto es fruto de sucesivas remodelaciones y construcciones fantasmáticas sustentadas en las teorizaciones del yo y en el trabajo de simbolización que éste hace desde el presente, apoyado en un fondo de memoria que se inscribe en el psiquismo a partir del impacto afectivo de los distintos aconteceres de su vida. La Reformulación metapsicológica se alimenta, al igual que en Freud, «del rigor de la clínica,siempre renovada». Entrama en sus textos años de escucha del discurso psicótico. Por eso deben pensar en la prehistoria del yo.

La metapsicología es la post-escritura de algo que se ha notificado en la cosa clínica. El conocimiento de «la materia» del psicoanálisis, el inconsciente,se logra desde el único espacio capaz de conocer: el yo. Por eso el yo piensa, sufre, se relaciona, conoce, duda. Y ella, que ha dicho que el sujeto está condenado a investir, a lo largo de su obra está condenada a investir la dilucidación teórica del yo. Sus compatriotas,polemizando con la psicología del yo, han tirado al niño y no sólo el agua de la bañera.

Continúa en «La Segunda Tópica Freudiana«