Descartes R.: Art. 161. Cómo puede adquirirse la generosidad

RENÉ DESCARTES

Tratado de LAS PASIONES DEL ALMA (1649)

TERCERA PARTE

DE LAS PASIONES PARTICULARES

Art. 161. Cómo puede adquirirse la generosidad.

Y hay que observar que lo que se llaman generalmente virtudes son hábitos del alma que la disponen a ciertos pensamientos, de suerte que son diferentes de estos pensamientos, pero que pueden producirlos, y recíprocamente ser producidos por ellos. Hay que observar también que estos pensamientos pueden ser producidos por el alma, pero que, a veces, los refuerza algún movimiento de los espíritus, y entonces son actos de virtud y a la vez pasiones del alma: así aunque no haya virtud a la que tanto contribuya al parecer la buena estirpe como la que hace estimarse únicamente en su justo valor, y aunque sea fácil creer que todas las almas que Dios pone en nuestros cuerpos son igualmente nobles y fuertes (por lo que he llamado a esta virtud generosidad, como se acostumbra en nuestra lengua, en vez de magnanimidad, según es costumbre de la escuela, en la que no es muy conocida), es indudable, sin embargo, que la buena educación sirve mucho para corregir los defectos de nacimiento, y que, sí nos preocupamos a menudo de considerar qué es el libre albedrío y cuan grandes son las ventajas de tener una firme resolución de hacer buen uso de él así como, por otra parte, cuan vanos e inútiles son todos los cuidados que importunan a los ambiciosos, podemos suscitar en nosotros la pasión y luego adquirir la virtud de la generosidad, y como esta es la clave de todas las demás virtudes y un remedio general contra los desórdenes de las pasiones, paréceme que esta consideración bien merece ser tenida en cuenta.