LA RELACIÓN MADRE-HIJO
M.ISABEL ZULUETA (Psicóloga. Fundación de Down de Madrid)
2.4. Actitudes maduras
La pareja que resuelve favorablemente la crisis de tener un hijo con problemas, y lo incorpora con éxito en la familia y en la sociedad, ha avanzado un largo trecho en el camino de su maduración.
En efecto:
a) Los padres adquieren una imagen positiva de sí mismos, se sienten orgullosos de la tarea emprendida y del trabajo realizado con su hijo.
b) Aceptan con naturalidad y agradecimiento los sentimientos de compasión o privilegios que pueda tener el resto de la gente hacia el niño, pero explicando a la vez que hay que tratarlo como a uno más.
c) Dentro de su escala de valores pierden importancia las preocupaciones normales de la vida y adquieren una mayor madurez para resolver otras situaciones de crisis.
d) Tienen su propio criterio acerca del niño y de su educación, ven sus logros y dificultades de una manera objetiva y realista.
e) No dependen de los profesionales pero pueden aceptar de buen grado la opinión de éstos y considerarla.
f) Siguen teniendo una vida personal y familiar satisfactoria y disfrutan de ella.
g) Aceptan la deficiencia mental, lo que podría significar ayudar a otros casos aparecidos en la Comunidad, integrarse en Asociaciones, aceptar a los amigos deficientes de su hijo, etc.
Para acabar, quiero decir que nada de esto podremos conseguir si no se establece al principio una relación padres-hijo afectivamente fuerte y segura.
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