Obras S. Freud: Manuscrito N. [Anotaciones III] (31 de mayo de 1897)

Manuscrito N.[Anotaciones III] (31 de mayo de 1897)

Impulsos

Los impulsos hostiles hacia los padres (deseo de que mueran) son, de igual modo, un elemento integrante de la neurosis. Afloran concientemente como representación obsesiva. En la paranoia les corresponde lo más insidioso del delirio de persecución (desconfianza patológica de los gobernantes y monarcas). Estos impulsos son reprimidos en tiempos en que se suscita compasión por los padres: enfermedad, muerte de ellos. Entonces es una exteriorización del duelo hacerse reproches por su muerte (las llamadas melancolías), o castigarse histéricamente, mediante la idea de la retribución, con los mismos estados [de enfermedad] que ellos han tenido. La identificación que así sobreviene no es otra cosa, como se ve, que un modo del pensar, y no vuelve superflua la búsqueda del motivo.

Parece como si en los hijos varones este deseo de muerte se, volviera contra el padre, y en las hijas contra la madre. Una muchacha de servicio hace de ahí la trasferencia de desear la muerte de su patrona para que el señor pueda casarse con ella. (Observación del sueño de Lisl con referencia a Martha y a mí.)

Relación entre impulsos y fantasías

Desde los recuerdos parece abrirse una bifurcación: una parte de ellos son traspapelados y sustituidos mediante fantasías; otra parte, asequible, parece llevar directamente a impulsos.

¿Podrán luego surgir impulsos de unas fantasías?

De manera semejante, neurosis obsesiva y paranoia surgirían ex aequo {en un pie de igualdad} de histeria, lo cual explicaría la inconciliabilidad de aquellas.

Traslado de creencia

Creer (dudar) es un fenómeno que pertenece por entero al sistema del yo (Cc) y no tiene contraparte alguna en el Icc. En las neurosis, la creencia es desplazada, se la rehusa a lo reprimido, cuando eso se conquista una reproducción, y como a modo de castigo es trasladada a lo defensor. Titania, que no quiere amar a su legítimo marido Oberon, tiene que dar su amor a Bottom, el asno fantaseado.

Poesía y fine frenzy

El mecanismo de la poesía {creación literaria} es el mismo que el de las fantasías histéricas.

Goethe reúne en Werther algo vivenciado, su amor por Lotte Kástner, y algo oído, el destino del joven Jerusalem, que se suicidó. Probablemente juega con el designio de darse muerte, halla en esto el punto de contacto y se identifica con Jerusalem, a quien presta, los motivos tomados de su propia historia de amor. Por medio de esta fantasía se protege del efecto de su vivencia.

Así, tiene razón Shakespeare cuando reúne poesía y delirio (fine frenzy).

Motivos de la formación de síntoma

Recordar nunca es un motivo, sino sólo un camino, un modo. El motivo primero de la formación de síntoma, en el orden del tiempo, es la libido. Entonces, el síntoma, como el sueño, es un cumplimiento de deseo.

En estadios ulteriores, la defensa contra la libido se ha procurado también espacio dentro del Icc. El cumplimiento de deseo tiene que contentar a esta defensa inconciente. Esto acontece si el síntoma puede obrar como castigo (a causa de un impulso malo), o, por desconfianza, para establecer un autoimpedimento. Se suman entonces los motivos de la libido y del cumplimiento de deseo como castigo. En todo esto es inequívoca la tendencia general a la abreacción, a la irrupción de lo reprimido, tendencia a la cual se agregan los otros dos motivos. Parece como si, en estadios posteriores, por una parte se desplazaran desde los recuerdos unos productos psíquicos complicados (impulsos, fantasías, motivos) y, por, la otra, la defensa penetrara desde lo preconciente (Yo) a lo inconciente, de suerte que también la defensa se vuelve multilocular.

La formación de síntoma por identificación está anudada a las fantasías, o sea, a la represión de ellas dentro del Icc, análogamente a la alteración del yo en la paranoia. Puesto que a estas fantasías reprimidas se anuda el estallido de angustia, es preciso concluir que la mudanza de libido en angustia no se produce por defensa entre yo e Icc, sino en el interior del Icc mismo.

Por tanto, existe también libido icc.

La represión de impulsos no parece dar por resultado angustia, sino quizá desazón -melancolía-. Las melancolías se anudan entonces a la neurosis obsesiva.

Definición de «sagrado»

«Sagrado» {«heilig»} es lo que estriba en que los seres hu-manos, en aras de la comunidad más vasta, han sacrificado un fragmento de su libertad sexual y su libertad para incurrir en perversión. El horror al incesto (impío) estriba en que, a consecuencia de la comunidad sexual (también en la infancia), los miembros de la familia adquieren cohesión duradera y se vuelven incapaces de incorporar extraños al grupo. Por eso es antisocial -la cultura consiste en esta renuncia progresiva-. Al contrario, el «superhombre».