Relevancia de Foucault para la Psicología
Juan Pastor
Universidad de Oviedo
Las historias de Foucault
Foucault no hace historia; Foucault utiliza la historia para contar
sus propias historias. Foucault no es historiador; Foucault escribe
historias. Y todas sus historias comienzan igual: esta experiencia
(la enfermedad mental, la delincuencia, la sexualidad o
nuestra subjetividad) no es un universal antropológico sino un «invento
reciente». Tras analizar la génesis histórica de esa experiencia,
finaliza siempre de la misma manera: si esta experiencia se ha
construido así a través de diversas prácticas humanas (institucionales,
discursivas, sexuales, de subjetivación…), puede que mañana
esta experiencia sea distinta. Foucault nos advierte que lo que
hoy es no siempre ha sido, y, lo que es más importante, no tiene
por qué seguir siendo así mañana.
Veamos un ejemplo: en su tesis doctoral, Historia de la locura
(Foucault, 1997, original de 1961), nos muestra cómo hasta 1656
(fundación del Hospital General de París, que aún no es una institución
médica sino un espacio jurídicopolicial) la locura está presente
en la vida cotidiana, conviviendo con otras formas de experiencia.
Pero al desaparecer la lepra en Europa, los leprosarios,
más de veinte mil en la Europa cristiana, se transforman en centros
de internamiento donde recluir indiscriminadamente a todo aquel
que no pueda justificar su modo de ganarse la vida. 1794 (Pinel
funda el primer hospital psiquiátrico) es la fecha elegida para dar
paso a la tercera etapa de su viaje: la reforma psiquiátrica desarrollada
por Pinel en Francia y Tuke en Inglaterra. Los internados son
sustituidos por los hospitales psiquiátricos (el psiquiatra sustituye
a jueces, policías y carceleros), donde la difusa experiencia de la
locura se medicaliza, transformándose en «enfermedad mental»,
con lo que la anormalidad se convierte en patología y el desorden
moral en desorden natural.
Foucault no hace historia; Foucault analiza la construcción histórica
de diversas experiencias, que no es lo mismo. Foucault no hace
historia; Foucault analiza las condiciones históricas de emergencia
de un discurso, de un saber, de una experiencia. Eso es, precisamente,
la arqueología foucaultiana, siguiente etapa de nuestro viaje.
Continúa en «De la arqueología del saber a la genealogía del poder«