Sueño de la monografía botánica
Contenido del sueño
Tengo escrita una monografía sobre una variedad (indeterminada) de planta. El libro yace frente a mí, y estoy hojeando una lámina en colores doblada. Acompaña al ejemplar un espécimen desecado de la planta.
El elemento más llamativo de este sueño es la monografía botánica. Se engendró de las impresiones del día del sueño; en el escaparate de una librería había visto yo de hecho una monografía sobre el género «ciclamen». La mención de este género falta en el contenido del sueño, en que sólo han quedado la monografía y su relación con la botánica. La «monografía botánica» muestra enseguida su relación con el trabajo sobre la cocaína que yo escribí antes; desde la cocaína, la conexión de pensamientos se dirige por una parte al volumen conmemorativo y a ciertos hechos ocurridos en un laboratorio de la universidad, y por la otra a mi amigo, el médico oculista doctor K8nigstein, que participó en la aplicación de la cocaína. A la persona del doctor K. se anudan, además, el recuerdo de la charla interrumpida que la tarde anterior había mantenido yo con él, y los variados pensamientos acerca de la retribución de los servicios médicos entre colegas. Ahora bien, esa charla es e! genuino excitador actual del sueño; la monografía sobre el ciclamen es también una actualidad psíquica {Aktualität}, pero de naturaleza indiferente; veo que la «monografía botánica» del sueño resulta ser algo común intermediario entre las dos vivencias diurnas, tomado sin cambios de la impresión indiferente y enlazado por las más ricas conexiones asociativas con la vivencia psíquicamente significativa.
Pero no sólo la representación compuesta «monografía botánica»; también cada uno de sus elementos («botánica» y «monografía») por separado penetra por múltiples conexiones a profundidad cada vez mayor en la madeja de los pensamientos oníricos. A «botánica» corresponden las reminiscencias de la persona del profesor Gärtner {jardinero}, de su floreciente mujer, de mi paciente llamada Flora y de la dama [la señora L.] de quien yo conté la historia de las llores olvidadas. Gärtner me lleva de nuevo al laboratorio y a la conversación con K6nigstein; a esta misma pertenece’ la mención de las dos pacientes [Flora y la señora L.].
Desde la mujer de las flores se bifurca una vía de pensamientos hasta las llores predilectas de mi mujer, cuya otra rama llega hasta el título de la monografía que vi de pasada el día anterior.
Además, «botánica» evoca un episodio de la escuela media y un examen de mi época universitaria, y un nuevo tenia tocado en aquella conversación, el de mis aficiones, se enlaza, por mediación de la que en broma llamo mi flor predilecta, el alcaucil, con la cadena de pensamientos que arranca de las flores olvidadas; tras «alcaucil» se oculta la reminiscencia de Italia, por un lado, y de una escena infantil con la que inauguré mis relaciones con los libros, que desde esa época se hicieron íntimas, por el otro. « Botánica» es, entonces, un verdadero punto nodal en que convergen para el sueño numerosas ilaciones de pensamiento que, según puedo asegurarlo, con pleno derecho se entramaron con aquella conversación. Nos encontramos aquí en medio de una fábrica de pensamientos en la cual, como en la obra maestra del tejedor, « … un golpe del pie mil hilos mueve, mientras vienen y van las lanzaderas y mil hilos discurren invisibles y a un solo golpe se entrelazan miles».
«Monografía» en el sueño roza a su vez dos temas, la unilateralidad de mis estudios y lo costoso de mis aficiones.
De esta primera búsqueda obtenemos la impresión de que los elementos «botánica» y «monografía» han sido recogidos en el contenido del sueño porque pueden exhibir los contactos más ricos con la mayoría de los pensamientos oníricos, y por tanto figuran puntos nodales donde se reúnen muchísimos de los pensamientos oníricos; han sido recogidos, entonces, porque son multívocos con referencia a la interpretación del sueño. El hecho que está en la base de esta explicación puede expresarse también de otra manera, diciendo: Cada uno de los elementos del contenido del sueño aparece como sobredeterminado, como siendo el subrogado de múltiples pensamientos oníricos.
Llegamos a averiguar más cosas examinando los restantes ingredientes del sueño en cuanto a su presentación en los pensamientos oníricos. La lámina en colores que yo despliego desemboca en un nuevo tema, la crítica de mis colegas a mis trabajos, y en algo que ya tiene subrogado en el sueño: mis aficiones; además, en la reminiscencia infantil en que yo deshojaba un libro con láminas en colores; y el ejemplar desecado de la planta alude a la vivencia del herbario, de mis tiempos de estudiante secundario, y da particular realce a ese recuerdo.
Discierno entonces la índole de la relación entre contenido y pensamientos oníricos: no sólo los elementos del sueño están determinados de manera múltiple por los pensamientos oníricos, sino que los pensamientos oníricos singulares están también subrogados en el sueño por varios elementos. De un elemento del sueño, la vía asociativa lleva a varios pensamientos oníricos, y de un pensamiento onírico, a varios elementos del sueño. La formación del sueño no se cumple entonces como si cada pensamiento onírico singular o cada grupo de ellos brindara una abreviación para el contenido del sueño, y después el pensamiento que sigue ofreciera otra abreviación en calidad de subrogación, a semejanza de un electorado que designase un diputado por distrito, sino que toda la masa de pensamientos oníricos es sometida a una cierta elaboración después de la cual ¡os elementos que tienen más y mejores apoyos son seleccionados para ingresar en el contenido onírico; valga como analogía la elección por listas.
Cualquiera que sea el sueño que yo someta a una des articulación parecida, siempre encuentro corroborados idénticos principios, a saber: los elementos oníricos se configuran desde la masa total de pensamientos oníricos, y cada uno de ellos aparece determinado de manera múltiple por referencia a los pensamientos oníricos.
No será ocioso, por cierto, que ilustremos esta relación entre contenido y pensamientos oníricos con un nuevo ejemplo, que descuella por su entramado particularmente habilidoso de las relaciones recíprocas. El sueño procede de un paciente a quien trato por una claustrofobia.
Enseguida se advertirá la razón que me lleva a dar a esta operación onírica excepcionalmente ingeniosa el siguiente título: