Trabajos de Jacques Lacan, De la psicosis paranoica: Apéndice

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Presentación general de nuestros trabajos científicos
(1933)

No daremos un análisis detallado de nuestros primeros trabajos. Algunos de ellos, según podrá verse, son de neurología pura (publicaciones 1, 3, 7). Nuestra modesta contribución al problema de la histeria (publ. 2 y 3) constituye la transición a nuestras investigaciones actuales, todas ellas de índole psiquiátrica. Nos hemos dedicado en primer lugar, según la orientación dada por nuestros maestros, a poner en evidencia las condiciones orgánicas determinantes en cierto número de síndromes mentales (publ. 4, 6, 10, 11, 13).

Hemos aguardado hasta el final de nuestros años de internado para expresar, en nuestro trabajo principal que es nuestra tesis, la importancia creciente que habían tomado ante nuestros ojos, durante esos años, los problemas de psicología patológica.

Según nosotros, el progreso de la ciencia psiquiátrica no puede prescindir de un estudio profundo de las «estructuras mentales» (término que comenzamos a emplear en nuestro trabajo l), estructuras que se manifiestan en el curso de los diferentes síndromes clínicos y cuyo análisis fenomenológico (cf. nuestro trabajo 4) es indispensable para una «clasificación natural» de los trastornos, fuente manifiesta de importantes indicaciones pronosticas y a menudo de sugerencias terapéuticas preciosas.

Hemos sido llevados a estos puntos de vista por nuestros primeros estudios sobre los delirios (publ. 8), y muy especialmente sobre los trastornos del lenguaje observados en los delirantes (publ. 9). Los trabajos de nuestros predecesores sobre este tema nos han incitado a introducir los métodos de la lingüística en el análisis de las manifestaciones escritas del lenguaje delirante (cf. nuestro trabajo 2).

Una investigación de ese tipo nos ha convencido de la imposibilidad de captar ningún fenómeno psíquico positivo (es decir, dotado de un contenido) que surgiera bajo una forma irreductiblemente independiente del funcionamiento de la personalidad en cuanto conjunto. Para decirlo con precisión, ningún fenómeno psíquico es puramente automático. Los que parecen tales están vinculados con estados muy inferiores y degradados de la actividad mental. No puede ser cuestión de asimilar a ellos los fenómenos siempre cargados de «significación personal» que constituyen la originalidad de las formas elevadas de la psicopatología (psicosis propiamente dichas).

Es así, como nos hemos visto llevados a estudiar las psicosis paranoicas en su relación con la personalidad. Designamos con este término (cap. 2 de la parte i de nuestro libro) el conjunto de las relaciones funcionales especializadas que constituyen la originalidad del animal-hombre, aquellas que lo adaptan al enorme predominio que en su medio vital tiene el medio humano, o sea la sociedad.

Hemos mostrado que la psicosis paranoica, tal como ha sido definida por los progresos de la nosología clásica, no puede concebirse de otra manera que como un modo reaccional de la personalidad, o sea altamente organizado, frente a ciertas situaciones vitales que no pueden definirse más que por su significación humana a su vez muy elevada, es decir, las más de las veces por un conflicto de la conciencia moral.

Queda, pues, subrayada esta génesis «reaccional» de las psicosis, concepción que nos opone a los teóricos de la «constitución» llamada paranoica, lo mismo que a los partidarios de un «núcleo» de la convicción delirante, que sería un fenómeno de «automatismo mental». Lo cual no quiere decir que no hayamos estudiado esas dos teorías: lo hemos hecho, y muy de cerca, como puede verse por el análisis bibliográfico y critico sumamente amplio de los trabajos franceses y extranjeros publicados sobre nuestro tema, en el cual insistimos muy especialmente acerca de los más recientes y menos divulgados en Francia (cf. cap. 3 y 4 de la parte i de nuestra obra, pp. 51-134Y.

Pero esta historia sistemáticamente presentada de las teorías nos aporta justamente la mejor critica de sus contenidos contrapuestos. Además, nos brinda la ocasión de señalar los datos de hecho que reducen la verosimilitud de algunas de ellas (estadísticas de Lange sobre la extremada diversidad de las predisposiciones de carácter manifestadas antes de la psicosis, por ejemplo). Por el contrario, estudiamos allí el desarrollo de las teorías en las cuales está inspirada la nuestra: al lado de los trabajos alemanes de Gaupp, de Bleuler, de Kretschmer, de Kehrer (analistas cada vez más avanzados de las determinaciones «reaccionales» de la psicosis), mostramos la deuda que tenemos para con autores franceses como Pierre Janet, Mignard y Petit, Guiraud, etc.

La originalidad de nuestro estudio consiste en ser el primero, cuando menos en Francia, en que se ha intentado una interpretación exhaustiva de los fenómenos mentales de un delirio típico en función de la historia concreta del sujeto, restituida por una investigación lo más completa posible (parte II, cap. 1 y 4).

Este método es el único que puede permitir la definición de aquello que en la psicosis se remonta al desarrollo reaccional de la personalidad, y de aquello que se presenta, según la expresión de Jaspers, como un proceso mórbido (neoformado) (parte II, cap. 2 y 3).

En efecto, lejos de tender a disipar la originalidad de los fenómenos mórbidos, un método como el nuestro permite, por el contrario, poner de relieve la estructura mental anómala que caracteriza hasta los fenómenos elementales de la psicosis. De esa manera destacamos, por ejemplo, el carácter intuitivo, inmediato, irracional de la interpretación mórbida -que los clásicos, como se sabe, tienden a convertir en una anomalía «razonante». De esa misma manera, en el sistema del delirio -que los teóricos clásicos conciben como explicativo-, reconocemos anomalías de la lógica y mostramos el parentesco de estas anomalías con ciertos caracteres mucho más impresionantes de las psicosis paranoicas.

Por el contrario, ponemos en evidencia el valor significativo de esta estructura, mental particular, reconociéndola como la expresión de pulsiones instintivas anormales, manifestadas muy tardíamente en el comportamiento mismo del delirante. Pulsiones agresivas de una naturaleza elaborada muy particular, que pueden ser calificadas de pulsiones primitivas, y que dan sus características tan especiales a las reacciones homicidas de los paranoicos. Pulsiones homosexuales ya reconocidas por gran número de autores (Guiraud, los psicoanalistas) en ciertos fenómenos mayores del delirio (contenido de las interpretaciones, elección del perseguidor, etc.).

Tales son los frutos que nos da un análisis de la psicosis llevado a cabo sin otro prejuicio que el de no desconocer a priori las significaciones más evidentes de los contenidos mentales y del comportamiento que constituyen el delirio. Este análisis nos permite describir mucho más exactamente una forma particular de psicosis que, a la vez que da pruebas de su autenticidad paranoica, se revela, en varios puntos, diferente de la descripción clásica: predisposición del terreno, de indole psicasténica; iniciación brusca por sus formas interpretativas de tipo agudo; constancia de estructura pero variaciones de intensidad en la evolución; curabilidad posible. Esta noción eventual de curabilidad permite encarar la cuestión de la catarsis terapéutica. Llamamos «paranoia de autocastigo» a ese tipo clínico porque, según mostramos, es la pulsión propiamente autopunitiva la que domina en su etiología, en su aparición, en su estructura y también en su curación.

Creemos estar en posibilidad de dar también a esta pulsión un valor patogénico: en este punto de nuestro estudio, en efecto, resulta haber un acuerdo muy impresionante entre las estructuras mentales y pulsionales que hemos definido en la psicosis, y el estadio evolutivo de la personalidad que otras experiencias psicológicas, completamente distintas de la nuestra, han permitido describir como algo perteneciente a la integración infantil de la conciencia moral (trabajos de Piaget sobre la génesis del juicio moral en el niño; génesis del super-ego, inducida por los psicoanalistas del estudio de las neurosis). Así, pues, es en una detención evolutiva de la personalidad durante este estadio, detención determinada por una condición concreta de la historia del sujeto, donde encontramos la predisposición (adquirida, como se ve) que se desarrolla en la psicosis.

Más tarde (en la edad adulta por regla general) la psicosis hace explosión bajo la influencia de una. situación vital cuya acción electiva se define por su semejanza con el complejo patógeno inicial. Todas las ocasiones de estados «hipnoides» (surmenage, episodios tóxicos e infecciosos) podrían desempeñar un papel de detonadores, cuyo valor en el comienzo de -la psicosis (siempre brusco desde el punto de vista clínico) es preciso no desconocer.

Así, pues, según podrá verse, es de nuestro método mismo de investigación psicológica de donde creemos poder deducir la justa instancia de los factores orgánicos a los cuales les reconocemos, según podrá verse igualmente, un papel preponderante en el estallido de la psicosis sin admitir en modo alguno que puedan explicar ni su forma, ni sus contenidos mentales específicos, ni sus reacciones, ni su evolución duradera.

Una muchedumbre de detalles sintomáticos y de particularidades reaccionales de estas psicosis paranoicas vienen a quedar destacados por nuestra concepción bajo una luz, a nuestro entender, más satisfactoria que por las concepciones anteriores: indiquemos sólo aquí el valor altamente dramático y el alcance contagioso del crimen paranoico, vinculado con su valor expresivo de un conflicto eminentemente humano. Esta resonancia social de los actos y a menudo del delirio mismo del paranoico (J.-J. Rousseau) -valor propio de los escritos de los delirantes que a lo largo de un nutrido capitulo estudiamos a propósito de los de nuestro caso princeps, los cuales son muy ricos- plantea por si sola un problema: el de la comunicabilidad del pensamiento psicótico y del valor de la psicosis como creadora de expresión humana.

En nuestra opinión, el método que empleamos no agota su eficacia en el estudio de la psicosis paranoica, y, en un capitulo terminal de nuestra tesis, no hemos vacilado en deducir de él ciertos principios muy generales de investigación. Bastante claro es, por lo demás, en qué sentido esperamos continuar las nuestras.

Cualquiera que sea la suerte de nuestras esperanzas, la observación del caso clínico que constituye el fondo de nuestra tesis, o sea el caso Aimée, guardará, así lo creemos, su valor como caso princeps de una forma particular de la paranoia.

A. Comunicación a las sociedades científicas

a] a la Sociedad de Neurología

1. Fijeza de la mirada por hipertonía, predominante en el sentido vertical, con conservación de los movimientos automático-reflejos; aspecto especial del síndrome de Parinaud por hipertonía asociada a un síndrome extrapiramidal con trastornos seudo-bulbares. Sesión del 4 de noviembre de 1926.

Observación princeps publicada en colaboración con los señores Alejouanine y Delafontaine, en la Revue Neurologíque, 1926, t. n, pp. 410-418.

Esquemas originales continuados por los señores Alajouanine y Trenel, en su «Révision des paralysies des mouvements associés des globes oculaires (contribution á l’étude de la dissociation des activités volontaires et réflexes)», publicada en la Revue Neurologique, febrero de 1931.

2. Abasia en un traumatizado de guerra, en colaboración con el señor Trénel. Sesión del 2 de febrero de 1928. Publ. en Revue Neurologíque, 1928, t. i, pp. 233-237.

b] a la Sociedad Clínica de Medicina Mental

3. Síndrome comitio-parkinsoniano encefalitico, en colaboración con los señores Marchand y Courtois. Sesión del 17 de junio de 1929. Publ. en el Bulletin de la Sociedad, pp. 92-96.

4. Psicosis alucinatoria en una parkinsoniana encefalitica, en colaboración con el señor Courtois. Sesión del 10 de febrero de 1930. Publ. en el Bulletin de la Sociedad, pp. 49-52.

c] a la Sociedad de Psiquiatría

5. Parálisis general con síndrome de automatismo mental, en colaboración con el señor Heuyer. Sesión del 20 de junio de 1929. Publ. en L’Encéphale, 1929, t. u, pp. 802-803.

6. Novela policial. Del delirio tipo alucinatorio crónico al delirio de imaginación, en colaboración con los señores Lévy-Valensi y Migault. Sesión del 30 de abril de 1928. Publ. en L:Encéphale, t. i, pp. 550-551.

7. Trastornos mentales homócromos en dos hermanos heredosifilíticos, en colaboración con el señor Schiff y la señora Schiff-Wertheimer. Sesión del 20 de noviembre de 1930. Publ. en L´Encéphale, 1931, t. i, pp. 151-152.

8. Parálisis general prolongada, en colaboración con Targorola. Sesión del 19 de diciembre de 1929, pp. 83-85.

9. Crisis tónicas combinadas con protrusión de la lengua y con trismos ocurridos durante el sueño en una parkinsoniana post-encefalitica. Amputación de la lengua consecutiva. Sesión del 20 de noviembre de 1930. Publ. en L:Encéphale, 1931, t. i, pp. 145-146.

d] a la Sociedad Médico-Psícológica

10. Locuras simultáneas, en colaboración con los señores Claude y Migault. Sesión del 21 de mayo de 1931. Publ. en Annales Médíco-Psychologiques, 1931, t. i, pp. 483-490.

11. Trastornos del lenguaje escrito en una paranoica que presenta elementos delirantes del tipo paranoide (esquizografia), en colaboración con los señores Lévy-Valensi y Migault. Sesión del 12 de noviembre de 1931. Publ. en Annales Médico-Psychologí-ques, t. ri, pp. 407-408.

12. Parkinsonismo y síndromes demenciales, en colaboración con el señor Ey. Sesión del 12 de noviembre de 1931. Publ. en Annales Médico-Psychologiques, t. ir, pp. 418-428.

13. Espasmo de torsión y trastornos mentales post-encefaliticos, en colaboración con los señores Claude y Migault. Sesión del 19 de mayo de 1932. Publ. en Annales Médíco-Psychologiques, t. i, pp. 546-551.

14. Un caso de demencia precocísima, en colaboración con los señores Claude y Heuyer. Sesión del 11 de mayo de 1933. Publ. en Annales Médico-Psychologiques, 1933, t. i, pp. 620-624.

15. Alcoholismo subagudo de pulso normal o -retardado. Coexistencia de síndrome de A. M., en colaboración con el señor Heuyer.

Sesión del 27 de noviembre de 1933. Publ. en Annales Médíco-Psychologíques, 1933, t. II, pp. 531-546.

B. Informes y reseñas de Congresos

16. Congreso internacional para la protección de la infancia, 1933, en colaboración con el señor Heuyer. Importancia de los trastornos del carácter en la orientación profesional.

17. Reseña de la 84ª asamblea de la Sociedad Suiza de Psiquiatría, celebrada en Nyons-Prangins el 7 y el 8 de octubre de 1933, consagrada al problema de las alucinaciones. En L´Encéphale, noviembre de 1933, pp. 686-695.

C. Traducción

18. «De quelques mécanismes névrotiques dans la jalousie, la paranoia et L’homosexualité», de S. Freud, publ. en la Revue Française de Psychonalyse, 1932, núm. 3, pp. 391-401.

D. Trabajos originales

I. «Structure des psychoses paranoiaques», en Semaine des Hópitaux, julio de 1931, pp. 437-445.

2. «Ecrits ‘inspirés’: schizographie», en colaboración con los presentadores de la comunicación, en Annales Médico-Psychologiques, 1931, t. II, pp. 508-522,

3. De la psychose parandiaque dans ses rapports avec la personnalité, tesis de la Facultad de París, octubre de 1932, Le Francois éditeur, 381 pp. Mención trés honorable, con propuesta para el premio de tesis. Medalla de bronce otorgada por la Facultad.

4. «Le probléme du style et la conception psychiatrique des fonnes paranolaques de l’expérience» en Minotaure, núm. 1, 1933.

5. «Motifs du crime paranoiaque» en Minotaure, núm. 3, 1933 .