El vocabulario de Michel Foucault: LETRA I
Imaginación
(Imagination). Locura. El capítulo primero de la segunda parte de Histoire de la folie está dedicado a la clasificación de las especies de locura durante la época clásica. En este esfuerzo taxonómico intervienen el juicio moral y el análisis de las causas físicas, la pasión y la falta, con lo que éstas pueden tener de libertad, o la mecánica de los espíritus animales. “Pero es sólo una antinomia aparente, y para nosotros solamente: hay, para el pensamiento clásico, una región donde la moral y la mecánica, la libertad y el cuerpo, la pasión y la patología encuentran, a la vez, su unidad y su medida. Es la imaginación la que tiene sus errores, sus quimeras y sus presunciones, pero en la que se resumen igualmente todos los mecanismos del cuerpo. Y, de hecho, todo lo que estas tentaciones de las clasificaciones pueden tener de desequilibrado, de heterogéneo, de oscuramente impuro, lo deben a una determinada ‘analítica de la imaginación’ […]. La imaginación, perturbada y desviada, la imaginación a mitad de camino entre el error y la falta, por un lado, y las perturbaciones del cuerpo, por otro, es lo que los médicos y filósofos acuerdan llamar, en la época clásica, delirio” (HF, 256). La cura de la locura supone un retorno a lo inmediato, no del deseo, sino de la imaginación; este retorno aleja de la vida del hombre y de sus placeres todo lo que es artificial, irreal (HF, 423). Episteme clásica. La imaginación, en la costura entre el alma y el cuerpo, ejerce una doble función: una negativa, que impide percibir directamente las identidades y las diferencias de las cosas; otra positiva, que permite, duplicando la representación, restituir el orden de las cosas. Por un lado, sin la imaginación las sensaciones se sucederían sin ninguna semejanza, en una pura monotonía. Ninguna comparación sería entonces posible; tampoco sería posible la representación del orden que existe entre ellas. Por otro lado, a través de la imaginación, volviendo sobre ella, la representación puede ordenar las impresiones. Ambos aspectos encuentran su unidad en la idea de “génesis”. Así Descartes y Malebranche, por ejemplo, han analizado la imaginación como el lugar del error y como la posibilidad de acceder a la verdad (MC, 83-84). “Si las nociones de naturaleza y naturaleza humana tienen en la época clásica alguna importancia, no es porque se ha descubierto como campo de investigaciones empíricas esta potencia sorda, inagotablemente rica que se llama naturaleza; tampoco es porque se ha aislado dentro de esta vasta naturaleza una pequeña región singular y compleja que sería la naturaleza humana. De hecho, estos dos conceptos funcionan para asegurar la pertenencia, el nexo recíproco de la imaginación y la semejanza. […] Naturaleza y naturaleza humana permiten, en la configuración general de la episteme, el ajuste recíproco de la semejanza y de la imaginación, que funda y hace posibles todas las ciencias empíricas del orden” (MC, 85). Sueño. En la introducción a la obra de Binswanger (véase: Fenomenología) Foucault se ocupa del nexo entre la imaginación y el sueño, y de su significación en la Daseinanalyse. • En una carta dirigida a Pierre Balling (1664), Spinoza distingue dos tipos de imaginación: la que depende solamente del cuerpo y la que ofrece un cuerpo sensible a las ideas del entendimiento. La primera es la que se encuentra en los delirios. La segunda constituye una forma específica de conocimiento. Esta última es la que aparece en la Ética. El análisis de los sueños proféticos en el Tratado teológico-político se sitúa entre ambas. La imaginación ligada al cuerpo ofrece la coloración individual a los contenidos de los sueños proféticos; pero el sentido de estos sueños, que requiere de una exégesis, pone de manifiesto el nexo entre la imaginación y la verdad. El sueño y la imaginación son, por ello, una forma concreta de revelación. De este modo, Spinoza, como Malebranche, establece un nexo entre la imaginación y la trascendencia (DE1, 82-83). “La imaginación, signo de trascendencia; el sueño, experiencia de esta trascendencia bajo el signo de lo imaginario” (DE1, 83) • “Es la existencia misma la que, en la dirección fundamental de la imaginación, indica su propio fundamento
ontológico” (DE1, 109). El sueño no es una modalidad de la imaginación; es la condición primera de su posibilidad. (DE1, 110). Para ser auténtica, toda imaginación debe aprender a soñar, y el arte poético sólo tiene sentido si enseña a romper la fascinación de las imágenes para abrirle el camino a la imaginación (DE1, 118). • “Hemos querido mostrar todo lo que en el texto de Binswanger sobre el sueño podía aportar a un estudio antropológico de lo imaginario. Lo que él saca a la luz en el sueño es el momento fundamental en el que el movimiento de la existencia encuentra el punto decisivo de la separación entre las imágenes, en el que la existencia se aliena en una subjetividad patológica, y la expresión en la que la existencia se realiza en una historia objetiva. Lo imaginario es el medio, el ‘elemento’ de esta opción. Es posible, entonces, al alcanzar en el corazón de la imaginación la significación del sueño, restituir las formas fundamentales de la existencia, manifestando la libertad, designando la dicha y la desdicha, puesto que la desdicha de la existencia se inscribe siempre en la alienación, y la dicha sólo puede ser, en el orden empírico, dicha de expresión” (DE1, 119). Roussel. Roussel descubre una forma de imaginación hasta ahora desconocida. Los juegos de Impressions d’Afrique y los muertos de Locus solus no pernetecen ni al sueño ni a lo fantástico. Están cerca de lo extraordinario pero minúsculo, artificial e inmóvil (DE1, 422-423). Imaginación política. Los hombres de los siglos XVIII y XIX poseían el poder de soñar el futuro de la humanidad. Nosotros padecemos de una aridez de imaginación política. “Una cosa es determinante: que el marxismo haya contribuido y contribuye siempre al empobrecimiento de la imaginación política […]” (DE3, 599). Véase: Marxismo.
Imagination [396]: AN, 91, 249, 264-267, 271, 288. AS, 35, 237, 240, 251, 262. DE1, 68, 76-77, 82-84, 86, 88, 96, 106, 109, 110-119, 186, 268, 279, 283, 297-298, 304-308, 310, 327, 422-423, 428-429, 433, 480, 505, 540, 556, 628, 630-631, 686, 704, 716, 757, 764-765. DE2, 17, 142, 192, 214, 251, 253, 255-256, 288, 535, 677, 739, 797, 820. DE3, 81, 84, 239, 434, 505, 524, 599-600, 607, 633, 671, 678-779. DE4, 87, 111, 115, 123, 284, 329-332, 458, 570, 603-604, 661, 762, 769, 800-801. HF, 24, 28, 30, 37, 43, 53, 57, 67, 121, 140, 150, 167, 202, 249, 250-251, 254-258, 264, 266, 284, 296-298, 300-301, 306-307, 311, 321-322, 330, 333, 335, 339, 341, 348, 354, 359, 372, 380, 383-384, 396, 407, 416-417, 423-424, 451, 453, 456, 458, 499, 519, 520, 523, 544-545, 561, 566, 583, 602, 634, 656. HS, 351, 375, 414, 418, 445-446, 453. HS3, 165. IDS, 189. MC, 7, 8, 62, 72, 76, 81, 83-85, 87, 105, 127, 135, 158, 160, 172-175, 216-217, 219, 231, 252, 320, 329, 340, 346, 355. MMPE, 4. MMPS, 4, 77, 85-86, 91. NC, VIII, 33, 107. PP, 19, 146, 202, 223. RR, 15, 25, 49, 53, 98, 193, 197. SP, 37, 93-94, 242, 245.
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