El vocabulario de Michel Foucault: LETRA E
Episteme
(Épistémè). La episteme define el campo de análisis de la arqueología. En Les Mots et les choses, la descripción arqueológica está centrada exclusivamente en la episteme (MC, 13), pero la episteme no es la única dirección que puede tomar la arqueología. Otras arqueologías son posibles: de la sexualidad, de la imagen –el espacio, la luz, los colores–, de la ética, del saber político (AS, 251-255). Foucault pasa de una concepción monolítica de la episteme en Les Mots et les choses a una concepción más abierta en L’Archéologie du savoir. “En Les Mots et les choses la ausencia de puntos de referencia metodológica pudo hacer creer en un análisis en términos de totalidad cultural” (AS, 27). En L’Archéologie du savoir, Foucault quiere dar un contenido a la noción de episteme a partir de otras nociones –formaciones discursivas, enunciado, archivo–, delimitadas desde un punto de vista arqueológico. Es necesario remitirse a los artículos correspondientes par comprender el concepto de episteme en la obra de Foucault. • Además de este cambio, es necesario tener en cuenta que a medida que Foucault se interesa por la cuestión del poder y por la ética, el concepto de episteme será reemplazado, como objeto del análisis, por el concepto de dispositivo y, finalmente, por el concepto de práctica. El dispositivo es más general que la episteme; ésta es sólo un dispositivo específicamente discursivo; un dispositivo que permite separar lo incalificable científicamente de lo calificable, no lo falso de lo verdadero (DE3, 300-301). En los textos dedicados al estudio de la cultura de sí mismo, por último, el término episteme aparece como sinónimo de saber: saber teórico, saber práctico (HS, 301-302). • La episteme tiene, en primer lugar, una determinación temporal y geográfica. Foucault habla de “episteme occidental”, “episteme del Renacimiento”, “episteme clásica”, “episteme moderna”. En Les Mots et les choses Foucault mantiene, como dijimos, una concepción monolítica de la episteme: “En una cultura y en un momento dado, nunca hay más que una episteme que define las condiciones de posibilidad de todo saber” (MC, 179). • En segundo lugar, según el prefacio de Les Mots et les choses, describir la episteme es describir la región intermedia entre los códigos fundamentales de una cultura: los que rigen su lenguaje, sus esquemas perceptivos, sus intercambios, sus técnicas, sus valores, la jerarquía de sus prácticas y las teorías científicas y filosóficas que explican todas estas formas del orden (MC, 11-12). • En tercer lugar, la descripción no refiere los conocimientos ni al punto de vista de su forma racional ni al de su objetividad, sino más bien a sus condiciones de posibilidad (MC, 13). Se trata de describir las relaciones que han existido en determinada época entre los diferentes dominios del saber (DE2, 371), la homogeneidad en el modo de formación de los discursos (IDS, 185). De este modo, se puede pensar la descripción de la episteme como una mirada horizontal entre los saberes. • Como dijimos, Foucault abandonará esta concepción demasiado monolítica de la episteme y, en L’Archéologie du savoir, buscará definir el nivel de la descripción arqueológica, de la episteme, a partir del concepto de formación discursiva. “El análisis de las formaciones discursivas, de las positividades y del saber en sus relaciones con las figuras epistemológicas y las ciencias es lo que se ha llamado, para distinguirlo de las otras formas posibles de historia de las ciencias, el análisis de la episteme. Se sospechará, quizás, a esta episteme de ser algo así como una visión del mundo, una fracción de historia común a todos los conocimientos que impondría a cada uno las mismas normas y los mismos postulados, un estadio general de la razón, cierta estructura del pensamiento de la cual no podrían escapar los hombres de una época; gran legislación escrita de una vez por todas por una mano anónima. Por episteme se entiende, de hecho, el conjunto de las relaciones que pueden unir, en una época dada, las prácticas discursivas que dan lugar a figuras epistemológicas, a ciencias, eventualmente a sistemas formalizados; el modo según el cual, en cada una de estas formaciones discursivas, se sitúan y se operan los pasajes a la epistemologización, a la cientificidad, a la formalización; la repartición de estos umbrales, que pueden entrar en coincidencia, estar subordinados los unos a los otros o estar desfasados en el tiempo; las relaciones laterales que pueden existir entre las figuras epistemológicas o las ciencias, en la medida en que ellas provienen de prácticas discursivas vecinas, pero distintas. La episteme no es una forma de conocimiento o un tipo de racionalidad que atraviesa las ciencias más diversas, que manifestaría la unidad soberana de un sujeto, de un espíritu, de una época; es el conjunto de relaciones que se pueden descubrir, para una época dada, entre las ciencias cuando se las analiza en el nivel de las regularidades discursivas” (AS, 249-250). • Características de la episteme: 1) Es un campo inagotable y nunca puede darse por cerrado; no tiene por finalidad reconstruir el sistema de postulados al que obedecen todos los conocimientos de una época, sino recorrer un campo indefinido de relaciones. 2) No es una figura inmóvil que aparece un día y luego desaparece bruscamente; es un conjunto indefinidamente móvil de escansiones, de corrimientos, de coincidencias que se establecen y se deshacen. 3) Permite captar el juego de coerciones y limitaciones que, en un momento dado, se imponen al discurso. 4) No es una manera de replantear la cuestión crítica (esto es: dada una determinada ciencia, ¿cuáles son sus condiciones de legitimidad?) (AS, 250-251; DE1, 676). Renacimiento, clasicismo, modernidad. Según el análisis de Les Mots et les choses, la arqueología ha mostrado dos grandes discontinuidades en la episteme occidental: la que inaugura la época clásica (hacia mediados del siglo XVII) y la que, hacia comienzos del siglo XIX, marca el umbral de nuestra modernidad. Les Mots et les choses está consagrado al análisis de cada una (MC, 13). Nos hemos ocupado de ellas en los artículos: Episteme clásica, Episteme renacentista y Hombre. Kant. La episteme no tiene nada que ver con las categorías kantianas (DE2, 371). Paradigma. Foucault es consciente de haber confundido demasiado la episteme, en Les Mots et les choses, con algo así como el paradigma (DE3, 144). Véanse también: Archivo, Arqueología, Dispositivo, Formación discursiva, Práctica.
Épistémè [114]: AS, 249-255. DE1, 493, 495, 676, 679, 696. DE2, 34, 172-173, 210, 216, 220, 370-372, 415. DE3, 28, 300-301, 310, 317, 575. DE4, 71, 278, 327. HS1, 189. IDS, 20, 191. MC, 13, 45, 47, 55, 68, 71, 76-77, 85-87, 89, 100, 140, 179, 183, 192, 219-220, 222, 258-259, 261-262, 270, 320-321, 323, 336-338, 346, 356-358, 375, 376-379, 385, 390, 395, 397. SP, 312.
Episteme [2]: HS2, 169, 283.
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