PAULO FREIRE
(1921-1997)
Heinz-Peter Gerhardt
Impresiones e influencias precoces
Paulo Freire nació el 19 de septiembre de 1921, en Recife, de un padre oficial de la policía
militar. Freire y sus hermanos fueron educados en la tradición católica por su madre. Su padre estaba en estrecha relación con los círculos espirituales de la ciudad.
Recordando la firme posición de la figura del padre en las familias brasileñas de clase
media, Freire suele observar que su propio padre siempre estaba dispuesto a hablar con su familia y que crió a sus hijos con autoridad, aunque también con comprensión (Freire, 1978a, pág. 2). ¿Fue esto una primera iniciación a una cierta concepción de la comunicación?
Escribiendo con un trozo de madera en la arena palabras del universo cultural del niño,
su padre le enseñó el alfabeto antes de que Paulo empezara a ir a la escuela. Después dividía
estas palabras en sílabas y las reunía formando otras palabras. ¿Habrá que ver ahí las primicias
de un futuro “método” de alfabetización?
Durante la crisis económica mundial de 1928-1932, los Freire intentaron mantener su
nivel de vida de clase media, pero su madre a veces tuvo grandes dificultades para atender las
necesidades de la familia. Se trasladaron a provincias, a la vecina ciudad de Jaboatão, donde la
vida era menos cara. Como consecuencia, Freire perdió dos años de estudios secundarios.
Hasta el fin de este ciclo de estudios, pasaba por ser un estudiante mediocre. A la edad de 20
años empezó a estudiar derecho, pero tuvo que interrumpir los estudios varias veces por
razones económicas, al tener que ganarse la vida y contribuir a la economía familiar desde una
temprana edad.
Según información proporcionada por él mismo (Freire, 1985c, pág. 9) en esta época
estuvo muy influido por el abogado y filósofo Rui Barbosa y el médico Carneiro Ribeiro.
Ambos eran grandes intelectuales brasileños que influían más allá del ámbito de sus propias
disciplinas. El título de licenciado en derecho permitió a Freire enseñar en las escuelas
secundarias brasileñas. De 1944 a 1945 enseñó el portugués. Era además el abogado de un
sindicato y daba conferencias sobre cuestiones jurídicas a los sindicalistas de los suburbios de
Recife.
En 1944 se casó con una maestra de enseñanza primaria, Elza María Oliveira. En sus
notas autobiográficas indica que era “católica como él” (Freire y Bondy, 1975, pág. 12). Ella
le alentó en su análisis sistemático de los problemas pedagógicos. Hasta su muerte repentina, en 1986, su influencia en la labor práctica y teórica de Freire fue muy grande.
Las relaciones de Freire con los sindicatos dirigidos por el Estado le ayudaron a
obtener un puesto en el Serviço Social da Indústria (SESI) en calidad de jefe del departamento de educación y cultura (Freire, 1959, págs. 14 y 17). En 1954 fue nombrado director de esta institución, de la que dimitió después de recibir críticas por su modo de administración democrático, abierto y libre.
En las guarderías y escuelas del SESI Freire intentó obtener la participación de
alumnos y padres de alumnos en los debates acerca de cuestiones de educación y sociedad.
Trabajar con niños significaba para él tener en cuenta también su entorno social y familiar. Los
problemas como la malnutrición y el trabajo infantil sólo podían resolverse mediante la
participación de los padres.
En el marco de los llamados “clubes de trabajadores”, Freire y sus colegas intentaron
conseguir que los trabajadores industriales “examinaran sus problemas individuales y temas
generales” (Freire, 1959, pág. 15). Intentó decir a los trabajadores que no debían dejar
totalmente en manos del SESI la responsabilidad de resolver sus problemas. Ellos mismos
debían tratar de superar las dificultades y obstáculos. La finalidad de esta labor era “integrar al
trabajador en el proceso histórico” y “alentarle a organizar personalmente su vida en la
comunidad” (Freire, 1959, pág. 17).
A pesar del carácter restringido del entorno institucional del SESI, Freire puso de
manifiesto que los principios del diálogo, la “parlamentarización” y el autogobierno podían
conseguirse en parte dentro de esos límites institucionales. Estos tres principios debían
ejercerse para alcanzar “la democratización real en el Brasil” (Freire, 1959, página 15).
Además de su labor en el SESI, Freire trabajó en otros contextos para participar en el
“despertar democrático” del Brasil. Influido por el pensador católico Alceu de Amoroso Lima
y el maestro de la “nueva escuela” Anísio Teixeira, trabajó en diversas parroquias de Recife,
participando en iniciativas de base, de inspiración católica sobre todo. En este contexto
podemos citar como ejemplo el proyecto que organizó con sacerdotes y laicos de la parroquia
“Casa Amarela” de Recife. En este proyecto, siete unidades de educación de la parroquia,
desde la guardería hasta la educación de adultos, colaboraron en el desarrollo de un programa
de estudios y en la formación de maestros. Los resultados de este proyecto tenían que
compartirse con otros grupos a los que debía alentarse a colaborar en materia de organización
y contenido. Freire llamó a esta forma de unión “parlamentarización de los participantes “
(Freire, 1959, pág. 129 ). En este tipo de trabajo se utilizaban técnicas como grupos de
estudio, grupos de acción, mesas redondas, debates y tarjetas temáticas.
De esta forma, Freire y sus colaboradores empezaron a hablar de un “sistema” de
técnicas de educación, del “sistema Paulo Freire” que podía aplicarse a todos los niveles de la enseñanza formal y no formal (Maciel, 1963). Posteriormente, en los decenios de 1970 y
1980, su técnica de alfabetización, un elemento del sistema, recibió el nombre de “método Paulo Freire”, mientras que la conscientização se convirtió en sinónimo de revolución. Debido a ello, dejó de utilizar estas expresiones y destacó el carácter político de la educación y la
necesidad de “reinventarla” en función de las circunstancias históricas (p. e., Freire, 1985b,
pág. 171).
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