Trastorno Obsesivo Compulsivo. Tratamiento. Clasificaciones (el TOC y sus componentes)

Trastorno Obsesivo Compulsivo

Tratamiento

Los conceptos del Lic. Damián Ruiz.  vamos a partir de ellos para desarrollar, desde nuestro paradigma, concepciones y modelos terapéuticos

Clasificaciones

Hacemos una introducción con algunas definiciones básicas. Nuestras clasificaciones y descripciones están hechas con criterio de utilidad, a fin que nos faciliten la elaboración de modelo y técnicas psicoterapéuticas. Desde un paradigma que nos indica que la salud depende básicamente de la autonomía y la libertad, apelamos tanto a los recursos personales como a los movimientos y elaboraciones psicoterapéuticas, para resolver los problemas psicológicos, acudiendo a muletas psicofarmacológicas sólo en tanto sean imprescindibles, y hasta que con las modificaciones necesarias puedan prescindirse de ellas.

El TOC y sus componente

Distintos tipos de compulsiones

Compulsión sin previa ideación

Necesidad inmanejable de realizar determinadas conductas o ritos sin saber cuales son los motivos; con ellas se cree evitar peligros, son resultado de dudas y espera de lo peor en personas obsesivo-compulsivas, sus características son son acordes a las circunstancias de la persona que las sufre (entorno familiar, historia, etc); el conjunto de fenómenos que basan estas compulsiones quedaron a nivel inconsciente. Ejemplos: no ver determinados números, no ver ni escuchar ni pronunciar determinadas palabras, ordenar todo en forma perfecta y/o simétrica, no pasar por determinados lugares, hacer movimientos simétricos, . . .

“Costumbres” que suelen tolerarse como “manías”. Se trata de personalidades obsesivas-compulsivas, con características que les deparan una vida complicada y opacada, sin poder disfrutar a pleno.

Personalidades que llevan a trastornos, signados por el aumento en cantidad y calidad de los síntomas, trastornos que se desencadenan cuando no es posible pasar adecuadamente a determinadas etapas de la vida, sus resultados van desde trabas importantes para seguir alguna actividad hasta el impedimento de seguir todas las actividades. Dentro del trastorno, las conductas pasan de ser perjudiciales para vivir bien a ser escollos, de distintos grados, para las distintas actividades, en un grado bajo la persona puede tolerarlas sin consultar, por ejemplo Liliana que tenía que ordenar sobre lo ordenado su casa de 2 a 3 horas antes de conciliar el sueño, si bien el perjuicio para el desarrollo de sus actividades era notable nunca consultó sobre este tema, trastorno que salió a la luz en el transcurso de la terapia con otro motivo de consulta; en un grado superior las conductas impiden seguir una actividad de vital importancia, la persona se ve obligada a consultar cuando el perjuicio se hace insostenible, por ejemplo Carlos que no podía ver algunos números, como su profesión le implica trabajar con números diariamente, cuando los números que no podía ver se extendieron a una cantidad que le impedía seguir su actividad laboral, no tuvo otra alternativa que venir a consulta por este tema.

Llegar a las ideas inconscientes que determinan estas compulsiones es básico, pues es necesario rectificar falsas creencias sobre la evitación y lo evitado, por ejemplo la creencia sobresaliente de Liliana era que si no concluía su día con un orden de la casa que la dejase tranquila su hija iba a morir, esta creencia había pasado a nivel inconsciente, al salir a luz se puedo ver con claridad que no iba a evitar ninguna muerte con ese rito y que la hija no iba a morir así como así; Carlos tenía creencias como que al mirar determinados números su esposa se volvería loca, al llegar a ese conocimiento puedo también descartar esas creencias falsas.

Dejamos, entonces, en claro que las bases de las compulsiones no son miedos, son mecanismos de dudas constantes y sufrientes ante todo lo incierto o toda posibilidad que suceda algo malo, llegando a certezas de que entre las opciones posibles la tragedia es lo que se va a dar, en las posibilidades de las opciones ante una duda se polariza en dos extremas; volviendo a los ejemplos, nadie importante va a morir vs. va a morir su hija, para Liliana o para Carlos: la mujer no puede tener problemas psicológicos vs. se va a volver loca. A su vez estos mecanismos están basados en otras características de personalidad que tienen su asidero en la historia de vida de cada uno.

Compulsiones tras dudar sobre haber resuelto bien algo

Siguen las inseguridades a pesar de haber confirmado reiteradamente que se logró el objetivo, derivando a actos compulsivos para reasegurarse innumerables veces, conductas que suelen coexistir con las “buenas costumbres”: comprobaciones de seguridad de haber cerrado bien algo: puertas, luz, gas, evitar contaminaciones lavándose las manos y/o pasándose alcohol constantemente, evitación a asaltos mediantes conductas raras y a veces hasta inseguras, limpiar y ordenar sobre lo limpio y ordenado para reasegurarse que está bien hecho (a diferencia con el ejemplo de Liliana).Rasgos de personas obsesivas compulsivas que, si bien crean importantes molestias a quien los padece y a los demás, son evaluados positivamente como poseer gran sentido de la responsabilidad, la organización y el orden, hasta que se vuelven insoportables cuando mutan a trastornos.

Un ejemplo, Sonia, con necesidades de orden, organización y resolverle todo a todos, muy molestas por su rigidez y perfeccionismo, dándole un carácter tendiente a la amargura y distintas quejas de sus familiares, hasta allí todo soportable; se convierten en un escollo sumamente angustiante al no poder sostener estas necesidades cuando sus energías y condiciones de vida entraron en conflicto con las compulsiones, y ya no pudo desplegarse “normalmente”, consulta por depresión resultante de tal conflicto, un mal diagnóstico podría haberla llevado a la medicación de por vida, con psicoterapia está resolviendo su trastorno obsesivo-compulsivo, que pudo sostenerlo años a costas de arruinarse la tranquilidad y el bienestar (sostenemos que en general los peores síntomas son constructivos, ya que llevan a la persona a modificar aspectos para poder seguir la ida mejor que nunca).

Compulsiones con ilusiones de resolver un cúmulo de sufrimientos insoportables

En la personalidad obsesiva compulsiva, además de los rasgos comunes, se destacan en el exceso de características personales tales como sugestionabilidad y susceptibilidad, tendencia y facilidad en crear sensaciones corporales preocupantes, exceso de ansiedad, estar muy pendientes del cuerpo en todos sus aspectos. . . e intensificación de características vinculares tales como ataduras dependientes, miedo al abandono, regirse (suele ser a nivel inconsciente) por medio de mandatos y dogmas, intolerancia a fallas o errores. . .  La entrada a los trastornos se dan, especialmente, en las crisis que suponen pasajes a etapas de mayor independencia, es entonces que se ponen en juego aspectos vitales de la persona, impidiendo pasar a esas las autonomías correspondientes a esas etapas. Dudas, ideas fijas y demás fenómenos psicológicos llevan a compulsiones comprobatorias, cuando algo sale de lo esperado o previsto comienza una bola de nieve en donde las dudas van a parar a las conclusiones más ilógicas y las más rechazadas por la persona. Sus contenidos pueden ser enfermedades mortales, ser asesino, ser traicionado, ser pedófilo, ser homosexual. . . Rastreando en la línea histórica se ve la aparición de trastornos con distintos contenidos cuando nuevas etapas implican desprendimientos relacionales.

«El trastorno obsesivo afecta a millones de persona en el mundo, se caracteriza por la reiteración continua de pensamientos fijos que circulan una y otra vez por la mente afectada. A veces el grado de obsesión es tal que en forma automática la persona recurre a conductas compulsivas y repetitivas como un remedio inconsciente de calmar la ansiedad producida.»

El trastorno obsesivo compulsivo. involucra la totalidad de la persona, que centra la mayor parte de su energía en la reiteración involuntaria, permanente y constante de fenómenos psicológicos, poniéndose en juego todas las áreas: intelectual, afectiva, volitiva (la voluntad) y conductual, somos un todo, cada área está íntimamente vinculada con las restantes, aún cuando aparezca en la superficie cualquiera de ellas. Vamos a separar, para su mejor comprensión, la obsesión de la compulsión y las áreas que se ponen en juego, como se ponen en juego en cualquier hecho psicológico.

Obsesión

Compulsión

Lo extra y lo intrapsíquicos. Las cárceles externas e internas

Fuente: Equipo interdisciplinario

Especializaciones: clínica, pareja, familia y sexualidad

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