Trastornos de consciencia

Trastornos de conciencia.

Distorsión en mayor o menor grado el reflejo de la realidad objetiva y subjetiva con serios trastornos sensoperceptivos: el delirium, el estado oniroide, el estado crepuscular y el confusional.

 DELIRIUM
Su denominación implica etimológicamente deformación o desviación de la realidad, y es un cuadro muy productivo, en el que el paciente corre importante riesgo de accidentes si no es protegido.
Su evolución en los ancianos lleva a 25 % de mortalidad.
En este síndrome la toma de vigilia es mayor y existen, además, importantes trastornos sensoperceptivos, sobre todo visuales y táctiles, cuyo contenido habitualmente desagradable o terrorífico determina el estado afectivo y la conducta frecuentemente defensiva o de escape que implica agitaciones a grandes espacios o
peligros como la defenestración.
Una de sus manifestaciones de mayor valor diagnóstico es la falsa orientación fluctuante, expresada por momentos de orientación seguidos de inmediato por desorientación total.
– Descripción general. Paciente agitado, sudoroso y tembloroso.
– Función de síntesis. Vigilia baja, atención distráctil, memoria disminuida con evocación residual después de superado el cuadro, comprensión disminuida, orientación fluctuante que le permite ocasionalmente ubicarse en espacio y persona, aunque instantes después se muestra totalmente desorientado.
– Función de relación. Afectados globalmente.
– Capacidades intelectuales. Disminuidas.
– Funciones cognoscitivas. Notable riqueza alucinatoria, sobre todo visual y táctil, cuyas temáticas más frecuentes son los animales repugnantes que se le enciman o los temas cósmicos o catastróficos en los que el paciente se siente en riesgo de muerte o agresión, a veces las alucinaciones son agradables y en forma de miniatura, el pensamiento está disgregado y perseverante y su temática guarda relación con las
alucinaciones.
– Funciones afectivas. Con frecuencia hay ansiedad y terror.
– Conducta. Agitación a grandes espacios, generalmente defensiva de sus presuntos agresores y determinante de riesgos, como lanzarse al vacío o golpearse en las huidas, si no es protegido, los temblores son muy significativos, sobre todo en el delirium alcohólico que es el más característico.
Este síndrome puede presentarse en otras intoxicaciones externas, así como en procesos infecciosos severos o traumas craneales.

ESTADO ONIROIDE:

Este cuadro, etimológicamente vinculado a la ensoñación, tiene como características más relevantes la actitud contemplativa y apacible del enfermo ante su riqueza alucinatoria de tipo visual y de carácter escénico, es decir, alucinaciones en dos dimensiones como si presenciara una película.

ESTADO CREPUSCULAR:

Su denominación se refiere en esencia a la afectación de la conciencia, expresada clínicamente por la desorientación mantenida y la amnesia total de las vivencias una vez superado el cuadro.
Existen dos modalidades: la pasiva u ordenada y la desordenada o agitada que es precisamente la más frecuente, y por eso será objeto de nuestra descripción fundamental.

ESTADO DE CONFUSIÓN MENTAL

Se caracteriza por un alto grado de disfunción cerebral; es llamado también amencia, término que destaca la ausencia casi total de psiquis.
Este es el síndrome expresivo del mayor grado de toma de conciencia, luego del síndrome de ataque compulsivo en su etapa posictal o del síndrome comatoso.

Fuente: Ricardo González Menéndez,¨psicología y salud¨, capítulo I, la conciencia.