Singularidad en la red o el juego de estar cerca y lejos simultáneamente

Singularidad en la red o el juego de estar cerca y lejos simultáneamente

INTRODUCCIÓN

En este artículo plantearemos las relaciones entre subjetividad y tecnología, particularmente en el uso de Internet como mediación entre los sujetos. Si bien nuestro análisis se centra en la red, existen condiciones para señalar que esta fragmentación que vamos a describir se repite en muchos otros ejemplos en los sujetamientos a la tecnología. Gergen Kenneth en su libro «El yo saturado», señala que la multiplicación de las relaciones mediadas por tecnología van haciendo desaparecer los encuentros cara a cara para producir una cultura que se denomina de «microondas», metaforizando «el concepto de aplicar calor intenso para obtener de inmediato alimentos», y lo traslada a los vínculos mediados por lo tecnológico. En nuestro recorrido nos concentraremos en la red y sus recursos y el modo en que es utilizada por los grupos, entendiendo que se producen particularidades con respecto a otros vínculos. Nos preguntamos que tipo de relaciones se presenta en los grupos que intercambian mensajes, que integran comunidades virtuales, que crean una verdadera necesidad de leer y contestar diariamente, que a priori podríamos desafiar las palabras de Thoreau y decir que creen tener algo importante para comunicar.

UN POCO DE HISTORIA

RECICLANDO VÍNCULOS

DE LO REAL A LO VIRTUAL: ¿Viaje unidireccional?

EL TIEMPO Y EL ESPACIO EN EL CIBERESPACIO.

LA IDENTIDAD o lo no idéntico.

ENUNCIADOS A VELOCIDAD.

Una consecuencia de la velocidad es el desprendimiento de la responsabilidad del sujeto que enuncia. En muchos casos se producen discursos de bajo nivel conceptual, por ejemplo en un chat, que aumentan en lo conceptual al pasar a privado, pero que quedan a merced de una carga de afectividad que en la realidad tiene otros límites. Algunos autores han llamado «hambre de piel» al llamado de los cibernautas para realizar el pasaje desde lo discursivo a la realidad. En muchos casos los resultados son catastróficos como en aquella frase de Joaquín Sabina: «Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño».

EL CHAT

EPILOGO

Hemos seleccionado para este articulo un análisis sobre vínculos on line, dejando de lado otras facetas no menos importantes como ser el uso del email y los comportamientos en colectivos como listas de discusión, aunque todos comparten y están atravesados por las condiciones de posibilidad que genera lo digital. La carga de afectividad, el retorno a un romanticismo del siglo XIX como lo ha descrito muy bien Susana Finquelevich en su artículo « Amores virtuales«, expresado en cartas, héroes y villanos, amores fatales y amores virtuales; de enfrentamientos con la pluma pulida ,de acercamientos y distancias, nos novelan esta realidad del ciberespacio. Sin embargo miles de sujetos encuentran en este espacio la afirmación de su identidad en un mundo que construyen noche a noche y que posee el status de real. Un real mediado por tecnología pero real al fin, que en su construcción produce  relaciones de continuidad y discontinuidad con el otro real, al que habitualmente llamamos realidad.

Singularidad en la red fue expuesto por primera vez en el Primer Congreso  Virtual «Integración sin Barreras en el Siglo XXI» Red de Integración Especial (Red Especial) y publicado luego en el libro Bytes y Papel disponible en: http://www.lodigital.com.ar/editorial/bytesypapel.pdf

La actualización de dicho artículo fue publicado en la revista ditigital Moebius de Carlos Neri y está disponible en: enmoebius.com.ar/?s=singularidad+en+la+red 

Singularidad en la red 2008 (reload)

Disponible en http://enmoebius.com.ar/?s=singularidad+en+la+red

Cuando en 1998 escribí los artículos “Singularidad en la red” y “Escenas de la vida en el Chat” que formaron parte del libro “Bytes y Papel”, la cantidad de usuarios y la penetración de la conectividad estaba restringida. Por otra parte quienes actuábamos en este medio proveníamos de otras significaciones de las relaciones sociales. Entonces la diferencia entre un mundo real y un mundo virtual, aparecían ante la percepción de la gente como formas absolutamente diferentes de vincularse, poniéndose en el llamado real, toda la validez de certezas y en el virtual, la tierra de las no certezas y la fantasía.

Un tema de debates constantes en esos tiempos eran los llamados “amores virtuales”. En diversas ocasiones me entrevistaron por entonces, los medios de comunicación, preguntándome si creía posible la existencia del “amor virtual”. Siempre ironizaba sin eco en los medios preguntando yo si la interrogación no debería ser sobre la existencia del concepto romántico de amor primero. Eran tiempos donde se oponía el cara a cara, como insustituible al vínculo mediado, por entonces en chats, o mails.

10 años después este tipo de preguntas han casi desaparecido o quedado en sectores con una mirada moralista de la red. El incremento de mediaciones es de tal alcance que confirma lo que por entonces sosteníamos, lo virtual como una forma de lo real, un real mediado por tecnología. 

¿Podemos estar en una etapa acaso donde lo virtual como forma de lo real se ha enriquecido y a su vez la realidad consensuada, se ha empobrecido en mediaciones cara a cara y se alimenta de los vínculos en red? 

¿Lo virtual no actúa como un filtro de las relaciones en lo real?, ¿solo se pasa de estadio cuando ciertas certezas aseguran el vinculo? 

Más allá de todos los interrogantes queda claro que el llamado real se ha  llenado de instancias digitales y formas de virtualización, como son los llamados “no lugares de Auger”. Un mall, un spa, una hotel por horas, virtulizan y hacen realidad instancias de fantasía, un restaurante de comidas exóticas, es la virtualización de otro lugar, al que quizás nunca viajemos. 

10 años después estamos con reales más coloridos, pero reales, que producen sensaciones complejas, en una sociedad compleja.

Del anonimato a la confesión en las redes sociales

Disponible en http://enmoebius.com.ar/?p=953

Las relaciones mediadas por tecnología en los años 90 se teorizaban bajo el paraguas del anonimato. Conceptualizaciones como “baile de disfraces” pululaban entre los teóricos. Un esquema de segunda vida, donde la cuestión de la verdad estaba en el centro de la discusión. Eran épocas de reinado del irc y el mirc y los nick eran la identidad. Acorde a esos tiempos escribí por entonces “Singularidad en la red”, donde planteaba las situaciones dilemáticas y las relaciones entre lo real y lo virtual como un modo de reciclado de la identidad.

El nuevo siglo y las redes sociales han cambiando la mirada, desde el ocultarse al sobreexponerse. Hoy la identidad “real” con todos los números que la acompañan desde los roles sociales aparece multiplicadas por las redes sociales y a su vez acompañadas de fotos y videos que dan testimonio de la vida, sin olvidar las vidas pasadas por lo instantáneo del twitter. Queda como resto de otros tiempos, Second Life, donde desde la mirada utilitaria se invita a vivir la segunda vida, escondida detrás de un avatar.

En Singularidad en la red señalaba por fines de los 90 acerca de la identidad:

“El problema de la identidad puede ser pensado de dos formas: como preservación de la identidad real para permitirse licencias, o como cambio constante de identidades. Esta tensión descripta por Sherry Turkle en “Vida en la pantalla”, alude a las posibilidades de romper la identidad en el sentido de totalidad. El soy tal, mi genero es tal, mi edad es tal, y mi ocupación social es tal, pasa a una flexibilización, entendida por la autora, producto de las deconstrucciones propuestas por las corrientes postmodernas. Sin embargo, estas fragmentaciones también se dan en el mundo real pero con un nivel de censura social mayor. Lo que hace que los marcos de referencia de la realidad aparezcan a simple vista como más sólidos. La máscara, esa significación de la palabra persona encuentra aquí nuevas posibilidades. Algunos autores sostienen que el chat es como un baile de disfraces, una actuación, o una patología. Un planteo de fin de siglo que encuentra su correlato en los cambios que las identidades van tomando en el mundo y que como fragmentos se expresan dentro de una lógica de mercado. La producción a infinito de objetos y la conversión del mismo sujeto en mercancía, van fragmentando, en relación a la satisfacción y al deseo de nuevos objetos. En el chat y en las listas la fragmentación parece ponerse en real, permitiendo que los pedazos de la identidad social perdida, se desarrollen aún en contradicción unos con otros. Esta lógica de los fragmentos en la legalidad de la red se sostiene en una dimensión discursiva…”

Bauman en su libro “Vida de consumo” señala la nueva tendencia a la sobre exposición como “una sociedad confesional” donde todo debe contarse y registrarse como un plus para garantizar la identidad.

En términos mercantiles podríamos decir que el “negocio” libidinal y económico de transparentarse es mas redituable que el exponer versiones parciales de los deseos que rigió el anonimato. Las vidas valen mas si se desnudan en el campo nudista de las redes sociales y si logran enlazar otras desnudeces, habrán alcanzado algún grado de subjetividad compartida. Como contrapartida estas presentaciones públicas de la vida, van mostrando y esta es la tendencia en las zonas mas tecnológicas del planeta, un abandono de las mediaciones cara a cara en post de la exposición publica en la web.

Si en los 90 y en términos de Bauman se era mas liquido siendo mas anónimo hoy la liquidez y la movilidad esta en ubicarse en los escaparates mas populares y unir la imagen, los videos y los textos en la gran confesión que Bauman señala.

Queda una pregunta flotando ¿quien escucha las confesiones y cual es el límite a confesar en esta metáfora religiosa de la vida en red?

Referencias bibliográficas

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Revista La Puerta. www.geocities.com/athens/ithaca/8100 . 

Sarlo, Beatriz. Escenas de la vida postmoderna en Buenos Aires. Ed. Ariel. 1994.

PRIMER CONGRESO VIRTUAL «Integración sin Barreras en el Siglo XXI» 

Red de Integración Especial (Red Especial) 

GRUPO: 3 

PONENCIA: Singularidad en la Red. 

AUTOR: Lic. Carlos Neri 

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